Demencia y Alzheimer


La demencia y el Alzheimer afectan la memoria, la comunicación y la capacidad de procesar el entorno. Para los feligreses que viven con estas afecciones, asistir a misa puede presentar dificultades: rostros desconocidos, cambios en la rutina o dificultad para seguir la liturgia pueden causar ansiedad o confusión. Los cuidadores también pueden preocuparse por cómo será recibido su ser querido.


Una misa sensorialmente amigable ofrece un entorno donde estos desafíos se abordan con comprensión. El ritmo más tranquilo, la estructura más clara y la bienvenida compasiva ayudan a reducir el estrés tanto para la persona como para su cuidador.


¿Cómo podemos ser más acogedores?

  • Sé paciente y amable. Una sonrisa cálida o un saludo amable pueden generar consuelo y confianza.
  • Ofrece orientación sin prisas. Ayudar a alguien a seguir el ejemplo puede ser una bendición.
  • Respete a los cuidadores. Ofrezca ánimo y apoyo práctico.
  • Recuerda la dignidad. Aunque la memoria se desvanezca, el valor de una persona como hijo de Dios nunca cambia.


Al dar la bienvenida a los feligreses con demencia y Alzheimer en nuestro culto, proclamamos que son, y siempre serán, miembros amados de nuestra familia parroquial.