Comprender a las personas con discapacidades del desarrollo


Las discapacidades del desarrollo son afecciones que comienzan en la infancia y afectan las capacidades físicas, de aprendizaje, del lenguaje o del comportamiento de una persona. Incluyen una amplia gama de diagnósticos, como el síndrome de Down, las discapacidades intelectuales y ciertas afecciones genéticas. Si bien las capacidades y los desafíos de cada persona son únicos, hay algo que permanece constante: su dignidad como hijos amados de Dios.


Para las personas con discapacidades del desarrollo, participar en una misa típica a veces puede resultar intimidante. Pueden necesitar más tiempo para responder, tener dificultad para seguir el ritmo de la liturgia o requerir la ayuda de un cuidador. Una misa adaptada a las necesidades sensoriales crea un ambiente donde estas necesidades se comprenden y se atienden.


¿Cómo podemos ser más acogedores?

  • Vea a la persona, no solo la discapacidad. Conéctese a través de la amistad, la conversación y la fe compartida.
  • Sea paciente y anímelo. Dé tiempo adicional para las respuestas o el movimiento.
  • Celebre la participación. Un simple saludo con la mano durante el Signo de la Paz o una sonrisa de aliento pueden decir mucho.
  • Incluir, no excluir. Recuerda que la participación activa en la misa es diferente para cada persona.


Cuando nuestra parroquia acoge a aquellos con discapacidades del desarrollo, proclamamos que la familia de Dios es maravillosamente diversa y que cada miembro es esencial.